Recordé tantas cosas que tal vez no quería recordar.
Viví y me encerré en ese momento tan lleno de gloria.
Sonreí, lloré, viví....Viví mirando esa sonrisa encantadora que hechiza mi existir.
Hablé, habló, hablé y hablé.
Tenía ganas de contarle tanto, pero el tiempo marcaba cada segundo cada vez más rápido.
Me encerré en ese cuarto tan oscuro, pero a la vez tan iluminado.
Se escaparon las lágrimas sin quererlo. Los recuerdos me invadían y yo, sin saber que hacer, sólo seguí hablando, hablando sin cesar.
Me interrumpe, me pregunta sobre mi vida amorosa. Suspiro. Rio. Sonrío.
Me pongo un poco nerviosa, mi voz empieza a temblar. Suspiro de nuevo.
Empiezo a contar sobre todas aquellas relaciones que me han hecho bien, que me han hecho mal, que me han hecho...
Empiezo y noto ese caos al que siempre le he huído. Empiezo a hablar y noto una vez más lo que me atormenta.
¡Agh! Es frustrante saber lo que pasa y no hacer nada al respecto.
Es frustrante no saber que hacer con tantos dilemas y problemas que ya tienes más que resueltos, pero temes hacer lo que es correcto.
Hablo y hablo. La catarsis parece funcionar. Pero sé que hay otros métodos que pueden funcionar más.
Calma, no corras. Vive y disfruta.
Calma, aún hay tiempo y puedes disfrutar cada momento.
¡Calma, respira, suspira... acción!
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1.02.05