Una historia de amores rotos y corazones extraviados.
Todo comenzó en aquella época donde el amor no era tan conocido y lo poco que se conocía, era prohibido.
La verdad es que en ese verano, ya el amor estaba cansado de esconderse y decidió mostrarse al mundo; tal y como es, sin esconder nada de su ser. Pero todo el mundo se burlaba de él. Nadie lo apreciaba y cada vez fue perdiendo la fe que tenía en sí mismo. ¿Era tal vez menos la gente que ahora era feliz, o tan sólo una crisis rutinaria y temporal?
Pero un día, un día caluroso de ese bello Julio... Un día en el que nadie podía respirar mas que un espeso aire, apareció ella... dándole esperanzas a ese amor que andaba desolado y triste por no poder conseguir dar felicidad al mundo y a él mismo. Ella no era de su mundo, era algo extraterrestre, algo sobrenatural y superior a su poder. Él lo percibía así, y brindó un poco de su nombre a sí mismo.
Esperanza, el nombre de aquella figura, no era menos que la vida, pensaba el Amor. Ella con sus dulces manos y tiernos ojos, lo hizo salir de las tinieblas y ver de nuevo el sol.
Un sol que el mundo había cegado a causa de la bancarrota de corazones, de la quiebra de sentimientos, y de la falta de fondos en el Banco de la Felicidad.
Su corazón desgastado volvió a latir gracias a ella… y aunque veía el sol, lo veía directamente, metafóricamente hablando. Ella no fue sólo luz y calor, fue el Sol mismo: bello, avivador, pero imposible de contemplar fijamente por ojos comunes y corrientes. Fue por eso que el amor se quedó ciego. Porque, autosuficiente, logró brindarse alegría a sí mismo, al mundo, y a Esperanza.
El renacimiento del corazón del Amor causó sensación en la Tierra y la Supratierra: nuevos amores, unos olvidados y otros oxidados, se soldaron de nuevo; otros recién conocidos, se afianzaron; y otros por conocer, hasta ahora empezaban a cruzar sus primeras palabras.
Un hit. Un suceso. Algo nuevo…
Incluso para Esperanza. Su ser latió más por el Realismo, y se fue con él.
Tenía que salir a conocer el mundo y más paisajes y paraísos que el mundo entero podía ofrecerle.
El Amor quedó solo de nuevo y su corazón no volvió a latir.
Y fue ahí... cuándo el amor se dio cuenta ke sin esperanza no puede existir
chan chan...
Todo comenzó en aquella época donde el amor no era tan conocido y lo poco que se conocía, era prohibido.
La verdad es que en ese verano, ya el amor estaba cansado de esconderse y decidió mostrarse al mundo; tal y como es, sin esconder nada de su ser. Pero todo el mundo se burlaba de él. Nadie lo apreciaba y cada vez fue perdiendo la fe que tenía en sí mismo. ¿Era tal vez menos la gente que ahora era feliz, o tan sólo una crisis rutinaria y temporal?
Pero un día, un día caluroso de ese bello Julio... Un día en el que nadie podía respirar mas que un espeso aire, apareció ella... dándole esperanzas a ese amor que andaba desolado y triste por no poder conseguir dar felicidad al mundo y a él mismo. Ella no era de su mundo, era algo extraterrestre, algo sobrenatural y superior a su poder. Él lo percibía así, y brindó un poco de su nombre a sí mismo.
Esperanza, el nombre de aquella figura, no era menos que la vida, pensaba el Amor. Ella con sus dulces manos y tiernos ojos, lo hizo salir de las tinieblas y ver de nuevo el sol.
Un sol que el mundo había cegado a causa de la bancarrota de corazones, de la quiebra de sentimientos, y de la falta de fondos en el Banco de la Felicidad.
Su corazón desgastado volvió a latir gracias a ella… y aunque veía el sol, lo veía directamente, metafóricamente hablando. Ella no fue sólo luz y calor, fue el Sol mismo: bello, avivador, pero imposible de contemplar fijamente por ojos comunes y corrientes. Fue por eso que el amor se quedó ciego. Porque, autosuficiente, logró brindarse alegría a sí mismo, al mundo, y a Esperanza.
El renacimiento del corazón del Amor causó sensación en la Tierra y la Supratierra: nuevos amores, unos olvidados y otros oxidados, se soldaron de nuevo; otros recién conocidos, se afianzaron; y otros por conocer, hasta ahora empezaban a cruzar sus primeras palabras.
Un hit. Un suceso. Algo nuevo…
Incluso para Esperanza. Su ser latió más por el Realismo, y se fue con él.
Tenía que salir a conocer el mundo y más paisajes y paraísos que el mundo entero podía ofrecerle.
El Amor quedó solo de nuevo y su corazón no volvió a latir.
Y fue ahí... cuándo el amor se dio cuenta ke sin esperanza no puede existir
chan chan...
3 comments:
:O!!!!!!
cuanta razón, sin esperanza no hay amor pero sin amor tampoco hay esperanza...
pero en realidad no existe nada sin el amor... el amor lo es todo, todo se hace a partir del amor... aunque algunas cosas con un sentido errado del amor, si, si.
Bueno... una buena fabúla :D
un abrazo!
wau..impresionante..no queria dejar de leer!
estaa geniaal =D
Me voy de vacaciones.
no voy a estar presente :P
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