Estaba encerrada con él, si, con él en una misma habitación.No podía creer tanta desgracia.
Me miraba fijamente, con un odio tal que no puede ser descrito. Me miraba, me intimidaba, pero me obsesionaban sus ojos.
Quitaba mi mirada de la suya, pero aún me sentía invadida. Me sentía desgastada. Su mirada me cansaba el alma, me dejaba sin alientos.
Le doy la espalda. Pienso en que decir. Mis palabras serían en vano, a él no le importarían. Me doy la vuelta de nuevo. Nos miramos, nos odiamos. Con una misma expresión, nos hacemos saber que no hay más remedio que quedarnos allí, en silencio, soportando la presencia del otro.
Pasan las horas y ya mis ojos empiezan a cansarse. No había quitado mi mirada de la suya... Bueno, sólo tal vez para ver ese reloj sin pila que guardaba mi bolsillo.
Me desespero, no aguanto, debo hablarle. Me irrita su silencio, pero me irrita aún más su mirada sin trascendencia.
Estiro mi mano, lo hace al mismo tiempo que yo. Es como si de alguna manera estuvieramoss sincronizados. Al hacer este movimiento, en un punto exacto, se unen nuestras palmas y me doy cuenta que puedo entrar en él y ver lo que tiene para ofrecerme.
Pensé en pedirme permiso,para dar el primer paso dentro de su mundo, pero me pareció que todas esas cordialidades sobraban.
Nos mirabamos fijamente, con menos odio que antes, pero igual con odio. Abro mis ojos y estiro un poco más mi mano. Me doy cuenta que no me dejará pasar.
Seguiamos en contacto, pero yo quería irme, lejos, dejar de sentirme intimidada por esa mirada y esa presencia.
Trato de despegarme. Halo varias veces para quitar la mano de la suya. Al parecer hace lo mismo que yo; exactamente los mismos gestos y expresiones. Sigo halando pero no parece funcionar. Así que decido empujarlo tratando de alejarlo. No funcionó, mi empujón me ha llevado a su interior, todo cambia de color y se vuelve diferente.
Ahora estoy adento, conmigo observandome, haciendome sentir peor que antes.
De un momento a otro, ella quien siempre calla decide hablar y me dice que es su hora de salir.
Se va mientras rie y me deja encerrada, al otro lado del espejo.
Me miraba fijamente, con un odio tal que no puede ser descrito. Me miraba, me intimidaba, pero me obsesionaban sus ojos.
Quitaba mi mirada de la suya, pero aún me sentía invadida. Me sentía desgastada. Su mirada me cansaba el alma, me dejaba sin alientos.
Le doy la espalda. Pienso en que decir. Mis palabras serían en vano, a él no le importarían. Me doy la vuelta de nuevo. Nos miramos, nos odiamos. Con una misma expresión, nos hacemos saber que no hay más remedio que quedarnos allí, en silencio, soportando la presencia del otro.
Pasan las horas y ya mis ojos empiezan a cansarse. No había quitado mi mirada de la suya... Bueno, sólo tal vez para ver ese reloj sin pila que guardaba mi bolsillo.
Me desespero, no aguanto, debo hablarle. Me irrita su silencio, pero me irrita aún más su mirada sin trascendencia.
Estiro mi mano, lo hace al mismo tiempo que yo. Es como si de alguna manera estuvieramoss sincronizados. Al hacer este movimiento, en un punto exacto, se unen nuestras palmas y me doy cuenta que puedo entrar en él y ver lo que tiene para ofrecerme.
Pensé en pedirme permiso,para dar el primer paso dentro de su mundo, pero me pareció que todas esas cordialidades sobraban.
Nos mirabamos fijamente, con menos odio que antes, pero igual con odio. Abro mis ojos y estiro un poco más mi mano. Me doy cuenta que no me dejará pasar.
Seguiamos en contacto, pero yo quería irme, lejos, dejar de sentirme intimidada por esa mirada y esa presencia.
Trato de despegarme. Halo varias veces para quitar la mano de la suya. Al parecer hace lo mismo que yo; exactamente los mismos gestos y expresiones. Sigo halando pero no parece funcionar. Así que decido empujarlo tratando de alejarlo. No funcionó, mi empujón me ha llevado a su interior, todo cambia de color y se vuelve diferente.
Ahora estoy adento, conmigo observandome, haciendome sentir peor que antes.
De un momento a otro, ella quien siempre calla decide hablar y me dice que es su hora de salir.
Se va mientras rie y me deja encerrada, al otro lado del espejo.
9 comments:
No podemos huir porque al huir quedamos atrapados, pero tampoco podemos dar la cara...agh :s
Agh ya ni se que dije...ya ni se quien te esta hablando hoy, ya ni se quien soy, ya no se si tengo sueños.
quisiera decirte mucho por lo que escribiste pero hoy no puedo :) te escribo despues cuando este mas en mi y en ti y en nuestro mundo, porque hoy no se donde estoy.
Sabes que si se y siemrpe sabre?que te quiero y no se como hacerte entender!! que estoy muuy agradecida, que eres Feijow! eress... =S
Oye, me hiciste pensar...
El amor une dos corazones?
De verdad vemos a nuestra otra mitad al otro lado del espejo?
Me impresionó todo en este cuento.
Eres increíble, Joannie!!
Ah, qué profundo, como siempre... aunque este roza algo a parte del amor... saludos :)
¿por qué seguimos apostándole al vacío?
¿por qué seguimos cantando canciones sin sentido?
A mí también me gusta como escribes :)
hoy, me nació leerte
el otro lado del espejo...
antes, cuando alguien moría tenían que tapar todos los espejos, ya que el alm,a se quedaba atrapada ahí
:)
un abrazo
Jo, My little Jo. Te felicito. Te felicito por que siento en este escrito un aura totalmente distinto a los anteriores. ¿Qué resalta tan vivamente como siempre? La batalla contigo misma, como te coges a palos mujer! Y es que distinto a lo que he dicho antes creo que ya no hay victima. Por que la antiJo impulsa a cachetadas a la otra que es mucho más noble y tal vez tengas razón, mucho más débil. El asunto es que como en la misma naturaleza humana toda dualidad y contradicción parece natural. El odio no me agrada y ese es el único factor que pediria se eliminase hacia y del espejo...tan inutil es el odio. Ahora, supongo que me diras que no hay sólo dos y estoy de acuerdo y que se halan la una a la otra de lado a lado del espejo. Todas las que danzan juntas y forman una, la que yo quiero. Literariamente es un juego irónico, con ecos, con zoom ins y zoom outs, con violines. Así lo desdibuje yo, un cuarto de ocuridad inmensa que resalta sólo al espejo y a ti, a las rafagas de silencio o mejor, a las de sonido. Ahora bien, yo solo te recuerdo que los espejos se ponen boca abajo y se sacuden, una vez el otro afuera se abraza, se toma de la mano o se destruye. Nunca Jo, nunca es un ciclo interminable. Natural lo es nada. Sigue jugando con las dimensiones.
termina bn
Es sorprendente ver que hay momentos en que me puedo sentir intimidado por una replica identica a mi, pero no puedo mirarme... solo puedo mirarlo, no sólo en frente de un espejo, enfrente de una foto impactante, en una imagen vaga de mi..... es intimidante perder la razon ante algo que parece tan simple, simplemente seguire durante toda la vida mirando el espejo, a menos que deseche la idea, no importa donde este siempre me perseguire hasta que lo deseche de mi vida, es por eso que estamos dentro de un espejo......
Es sorprendente ver que hay momentos en que me puedo sentir intimidado por una replica identica a mi, pero no puedo mirarme... solo puedo mirarlo, no sólo en frente de un espejo, enfrente de una foto impactante, en una imagen vaga de mi..... es intimidante perder la razon ante algo que parece tan simple, simplemente seguire durante toda la vida mirando el espejo, a menos que deseche la idea, no importa donde este siempre me perseguire hasta que lo deseche de mi vida, es por eso que estamos dentro de un espejo......
Todos somos dos personas. Pero uno no puede ser sin el otro... podemos ser crueles y buscar solo la destrucción y el caos.. pero la bondad, la empatía y la ternura se mezclan en una composición con neustro nombre y nuestra historia. Somos el bien y el mal, lo mejor y lo peor!... y algunas veces estamos mas de un lado que del otro
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