Saturday, March 29, 2008

Más allá de la noche.

Estaba sentada frente a ese piano, ese que me cautiva cada vez que lo veo. Me dan ganas de tocarlo, pero prefiero retocar mis palabras, mis notas, en donde escribo mi vida y mis deseos, donde escribo mis romances y mis pasiones que atormentan y enamoran mi vida cada día.
Pensaba en él, me atormenta la mente, me desespera no poder hablarle y decirle que muero por él, por besarlo y acariciarlo, por ver esos ojos tan dicientes y sus labios tan delicados que cada vez más me dan ganas de besarlos. Pero él, y su indiferencia hacen que mi alma se vuelva pedazos y mi corazón deje de latir. Escribo ahora, residuos de pensamientos vanos, que nunca leerás.
Recuerdo, recuerdo tantas cosas indescriptibles... recuerdo gracias al viento y al cielo palabras tan conmovedoras y besos inolvidables que nunca saldrán de mi memoria. ¿Es eso un pecado? Si amarte fue un pecado, entonces, dime, ¿cuál es mi condena? Te amé de maneras nunca pensadas, te amé, pero mis palabras no fueron suficientes al igual que mis actos, para enamorarte y hacerte perder en mis ojos. Para hacerte caer en el pecado que yo sola viví en mi cruel realidad.
Tantas dulces palabras jamás escritas, jamás dichas permanecen en mi corazón, y ahora que veo que avanzas y yo sigo encerrada en esa cruel burbuja de cristal, me hieren y me carcomen, son veneno para mi. Me ahogo en ellas tan lentamente que me cuesta creer que me matan. Me dan ganas de gritarlas, pero sería en vano demostrar lo que ahora siento.
Demuestro que mi vida es una montaña rusa, llena de subidas y bajadas aterrorizantes que me dejan agotada día tras día. Pero ahí estás, así sea a distancia, mostrandome sonrisas tan inesperadas que gracias a eso, mi corazón se estabiliza, vuelve a latir a ritmo normal.
Aún así, mi dulce veneno... agradezco el amor que me hiciste sentir... y con sólo tres renglones de vida que me quedan, agradezco tu inocencia y tu temor, pues me enseñas lo que vale y la valentía que merece el amor mismo. No te enamores del amor, enamorate de mi, que es quien ha estado esperando por ti, desde el día en qué te ví al lado de ese rincón lleno de rosas que marchitaban al atardecer.
Dulce amor mio, tan inesperado amor el que surgió, te regalo mis palabras, así no sean de tu agrado, te regalo mi corazón, te regaló mis ojos y mi llanto, pues ya más nada puedo darte, por que ya tienes todo, todo mi amor.

5 comments:

Tallulah said...

great work...

acá todo es un vaivén de ideas, la noche ya está avanzada y nubla el pensamiento.
"No te enamores del amor, enamorate de mí"
que bonita frase, que bonitas imágenes.

Inventamos situaciones para recrear belleza
fingimos sentimientos e ideas, para colorear los días y ver las estrellas
y tú, viendo bailar los silencios, las blancas y corcheas
logras pintar con las letras
jugar con imágenes
y deleitar con palabras

:)
me gusta, de verdad

Donnie Darko said...

Que podria decir ante esto, que antes que palabras, es un sentimiento de dolor y angustia de estar ciego o fijado en algo por siempre.
El amor necesita tiempo, el desamor también, en cada quien esta el efecto de olvidar algo tan profundo, no es fácil pero a veces es mejor sufrir y sufir hasta que deje de hacerlo algún día.
Simplemente no es el fin, es un nuevo principio.....
Donnie

Nanonai said...

Definitivamente me encanta como escribes, además no hay porque estar viviendo lo escrito, no tiene que ser real, de hecho es perfecto que sea fantasía, hehe, te creo que no se lo dedicas a nadie, solo se lo dedicas a la escritura.
te adoro♥

Nimrodprincipito said...

Es la realidad una sinfonía interpretable de diferentes maneras, como son diferentes sensaciones y colores los que salen de cada palabra enamorada que se ahoga en silencios y retorna justo al centro del corazón tratando de consumir lo que las crea de cosumirnos.

Nimrodprincipito said...

Es la realidad una sinfonía interpretable de diferentes maneras, como son diferentes sensaciones y colores los que salen de cada palabra enamorada que se ahoga en silencios y retorna justo al centro del corazón tratando de consumir lo que las crea de cosumirnos.