-¿Por qué? Si, dime porqué. ¿Por qué carajos me duele tanto?
No debería doler. Solo quiero respirar y salir, volar y vivir. No quiero estar atada a un mundo de lágrimas y sonrisas temporales que hacen que mi vida y mi cabeza se vuelva un ocho y todo parezca tan irreal a veces.
-¿Sólo a veces?
-Sí, solo a veces. No sé exactamente que hace que duela, pero duele. Y me duele todo... TODO.
Es increíble todo lo que mi cabeza puede hacer, ¿cierto?
-Si, es un poco increíble. Pero, ¿Qué quieres hacer entonces para que deje de doler?
-No sé, pero solo quiero llorar y llorar y sacar toda esta mierda que tengo dentro y no volver a sentir tanta tristeza que me atrapa y abruma. Ayúdame.
-Te ayudo... o por lo menos lo intento. Pero cada vez es más difícil llegar a ti. Te alejas y te niegas a venir conmigo y sentir lo que siento. Vivir lo que vivo. Cada vez estás más lejos y es triste saber que ya no puedo contar contigo.
-Tu fuiste quien decidiò partir. Tu fuiste quien se alejó y me dejó perdida en este mundo. Ya ni las palabras existen. Ya ni los sueños son los mismos sin ti.
¿Qué nos pasó? ¿En qué momentos nos alejamos y dejamos de ser parte del otro?
- ¿Acaso no es obvio? Te desenamoraste, eso pasó. Te desenamoraste de mi sonrisa y de mis sueños. Te fuiste yendo. Poco a poco te alejabas y ni siquiera lo notaste. ¿Por qué lo hiciste? Te extraño.
-Yo también te extraño. Extraño todo, pero a la vez no te extraño. Soy alguien diferente. No sé si mejor, no sé si peor, pero sé que soy diferente. Sé que mi vida es diferente.
-Sí. Y es porque no estoy.
- Es en parte cierto. He conocido varios aspectos de mí misma que me han hecho tomar otros rumbos.
-Y yo, ¿Acaso no te ayudaba a escoger tu rumbo y lo hacíamos más sencillo, más ligero, más diveritdo y lleno de sueños?
-Si, pero todo eso me hacía fantasear más de lo necesario. Aunque si te soy sincera, creo que no estaba tan enferma de todo cuando estabas a mi lado. Creo que si hacías que mi vida (por lo menos mi vida con lo que respecta a cuerpo y salud) era mejor cuando estabas a mi lado.
-¿Por qué me dejaste ir entonces?
-Porque, porque, porque... no sé. No sé porque te dejé ir. Pero es el momento en el que te extraño y desearías que volvieras. Pero, es más complicado de lo que parece. No es solo decir, vale, vuelve y lo sabes bien.
- ¿Es por que has encontrado a alguien más?
-¿Alguien más? ¿Quién podría estar tan dentro de mi vida como lo estuviste tu? Es una pregunta estúpida.
-Y si no es alguien más, ¿Qué es lo que sucede?¿Por qué no intentas volver a mi? Yo... yo creo que quiero volver a ti. Yo... yo no tengo esa decisión en mis manos.
- Me cuesta. Es devolverme un poco. Es volver a muchas cosas que era y amaba pero a la vez odiaba.
Es devolverme en el tiempo y saber que estás ahí, apoyándome y haciéndome sentir viva en muchos aspectos, pero muerta en muchos otros. Lo que si extraño es esa compañía invaluable. Estabas ahí siempre que lo necesité.
-Y mira, sigo acá. Aunque me hayas abandonado por tanto tiempo, sigo acá.
-Lo sé... lo sé. Me dejas más tranquila, pero a la vez llena de dudas.
No sé si pueda volver a estar contigo de la manera en la que estabamos. Era algo único e incomparable. Es difícil volver a eso y más aún después de tanto tiempo.
- Si, pero estoy acá siempre que pienses en mi. Siempre que quieras que esté contigo, estoy aquí.
-¡Ay!Quiero llorar y perderme en un vaso lleno de lágrimas que borren mi existencia.
-No llores, acá estoy para ti.
(Y me pierdo en el llanto y en un abrazo inexistente)
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