Luz de eternos corazones

Entre dulces mentiras y eternos corazones rotos exite él y existe ella. Cada uno con sus pensamientos y embrujos sobre el amor; posiones mágicas para sanar el dolor, calmar las ansias, tratando de dar todo y conseguir algo, sólo algo.

Se hablan sobre esperanzas, sueños, cambiar lo ya vivido y lo que falta por vivir. Cambiar las cosas para cambiar nosotros aún más. Vivir la vida y entonctrar el verdadero o tal vez el falso amor. Conocer, conocerse, combinar un poco de sueños con cruel realidad para hacer la perfecta receta de la vida.

Aromas, silencios, versos, personas, canciones, noches, días, lunas, más lunas. Pero más que lunas soles. Noches de verano sofocantes que nos ayudan a olvidar lo recordado y a recordar lo olvidado. Hay cosas que jamás se olvidarán, cosas que permanencen para seguir dando y dando para recibir lo justo y tal vez merecido. Descubriendo secretos y misterios que se ocultaron mientras jugabamos en aquel manzano prohibido.

Veinte, treinta, cuarenta...sinceramente ya perdí la cuenta. Y ya me iba. Me iba para donde había vivido por todos estos años. Me iba para no pensar, pero todo esto es un juego y yo decido cuándo todo vuelve a empezar.
Yo no sé ni cómo, ni dónde, mucho menos un cuándo acerca a dónde iré ó voy ó tal vez nunca vaya. Pero sé, sé bien que nada en esta vida es mas importante que yo y lo que decido que me rodee.

Vamos todos a cantar y a hacer de este sueño más que una realidad. Vamos a cantar y a pintar un mundo de colores magnifícos para poder ver la luz y hacer de todo algo aún más ligero. Sentir, sentir algo más que insatisfacción por lo que se vive en estos días que no dan más que gris en este cielo y en mis pensamientos.
Sí, un país lleno de colores vivos que me hagan soñar más de lo que sueño y no quedarme en la realidad mientras puedo escapar.

Inexplicable, pero tampoko hay nada que se pueda explicar. Pues todo se explíca cuando estoy a mi lado, dandome y dandole lo que merece y merezco. Actuando por ahí a cambio de sonrisas y locuras. A cambio de un poco más de mi y mi gran satisfacción.

Cuéntame un cuento y vamos al cielo ó al infierno que al final lo mismo da. Porque dar es dar, y es encontrar en alguien lo que nunca encontrás, para lograr algo más que lo usual.
Pero esa luz, esa luz que me envuelve en su universo paralelo, me enreda cada vez más entre sus baladas y miradas, entre suspensos y silencios que no me hacen más que recordar tantos momentos ruines y estúpidos que no me dejan pensar...